CONSULTORIA EN SEGURIDAD COMUNITARIA: Extorsiones de Moda

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Extorsiones de Moda

NO APAGUEN SU CELULAR SI RECIBEN UNA LLAMADA COMO ESTA.......

Ya está demasiado conocida la extorsión telefonica segùn la cual alguien llama diciendo que había secuestrado un pariente y para regresarlo a casa hay que pagar una suma en efectivo. Pues esto acaba de ser remodelado, actualizado, ya que la prensa anduvo divulgando como reaccionar ante ello.

Ahora los bandidos están llamando a los celulares anunciando que fue detectado un clon del aparato. Asi dicen: 'Hola, somos de (Telcel, Iusacel, Movistar, Unefon ..), lamentablemente le informamos que su celular fue clonado. Por eso le suplicamos apagar su celular por una hora.'

Los que reciben ese telefonema apagan su celular creyendo en el excelente servicio de la concesionaria del servicio telefónico .

En la siguiente hora los bandidos se dedican a extorsionar a la familia de la persona llamada. Telefonean a la casa y practican la extorsión del secuestro. Quien recibe la llamada en la casa inmediatamente corre a llamar el celular de la persona supuestamente secuestrada y escucha el mensaje: 'Lo sentimos, el numero que Ud. llamo se encuentra apagado o fuera del area de cobertura del servicio, llama mas tarde, por favor. De ahi en adelante toda familia entra en pánico total. y ellos continuan con la extorsión..

1 comentario:

Consultoria en Seguridad Comunitaria dijo...: ALARMAS DE AUTOS
C:\Users\Ivan\Documents\A SPACIO\Alarma_auto_exterior.wmv; 25 de septiembre de 2009, 21:46

Publicar un comentario

SERVICIOS

Diseño e implantación de Políticas Públicas de Seguridad
Planes de Seguridad Comunitaria; Programas de: a) Prevención del Delito. b) Mejoramiento de la gestion municipal en materia de Seguridad Pública. c) Sensibilización Social a través de los Medios de Comunicación. d) Observatorios de la Violencia.

Estratégias de Seguridad y Logística
Autoprotección: Familiar, Escolar, Empresarial, así como para Unidades Habitacionales, Centros Comerciales, Hospitales, Centrales de Abasto, Centrales Camioneras, Colonias, Municipios. Elaboración de
Impartición de Pláticas, Conferencias, Talleres en materia de Seguridad y Prevencion Integral.
(55)55387138

5 de cada 10 indígenas niñas son vendidas: en Ocotal Chico cuestan 15 mil pesos

I Parte.- En los municipios de Mecayapan, Tatahuicapan y Soteapan, que forman parte de la Sierra de Santa Martha, cinco de cada diez niñas son consideradas como mercancía por sus padres ya que son vendidas o cambiadas y entregadas en matrimonio sin su consentimiento y a diferencia de los municipios de la sierra de Zongolica, las mujeres son explotadas por sus maridos y por gente que les compra sus bordados ya que solo les pagan 15 pesos.

Además las mujeres padecen abortos naturales debido a las duras faenas del campo, mientras que la mayor parte de los hombres solo espera el dinero para "gastárselo en la tomadera".

En el "Diagnóstico sobre la situación de las mujeres con enfoque de género en la sierra de Zongolica y Santa Martha del estado de Veracruz", realizado por el Instituto Veracruzano de las Mujeres (IVM) señala como grave la situación de las menores de edad que son parte del "trueque", un ejemplo de ello está que en Ocotal Chico, vendieron una adolescente por una cantidad de 15.000 pesos, con dinero en efectivo.

El machismo, el no poder decidir, el alcoholismo son generadores de la violencia en la Sierra de Santa Martha, en donde de nueva cuenta la ausencia de impartición de justicia, el soborno y complicidad de las autoridades con los que ejercen la violencia sexual, laboral y económica, así como la utilización de las redes de compadrazgo para obtener la impunidad, el maltrato y discriminación en las clínicas son identificados por 240 mujeres que asistieron a cuatro talleres que aplicó el IVM, como problemáticas principales en torno a la violencia.

En estas comunidades, las mujeres nahuas y totonacas, trabajan más en comparación con los hombres, van a la milpa, con su bebé en la espalda y su leña en la cabeza, hay desigualdad en el trabajo, ellas realizan el trabajo pesado en el campo y en sus casas, las jornadas duras en la siembra y cosecha del maíz, provoca que constantemente las mujeres "pierden" a sus bebés ya que van a la milpa desde las ocho de la mañana hasta el anochecer.
Violencia en la familia

La información generada en el autodiagnóstico en torno a la familia en la sierra de Santa Martha, señala que una gran mayoría de las mujeres no tienen libertad ni de decidir, ni de salir. En la problemática aparece también el control y decisión por parte de los esposos de la utilización de métodos anticonceptivos, así como el "pedir permiso" para participar.

La restricción de la asistencia de las mujeres a la escuela se da por el solo hecho de ser mujeres, por un lado y por el otro la presión social para que las mujeres se casen y, dentro del matrimonio, se identifica la violencia sexual cuando se amenaza con "buscar a otra" si no se tienen relaciones sexuales, entendidas éstas como una obligación de las mujeres.

Hacia un nuevo modelo policiaco

En medio de la batahola en que se convirtió la comparecencia del secretario de Seguridad Pública federal, poca atención recibió su propuesta de abolir las policías municipales y construir sólo 32 cuerpos policiacos estatales. Hubo rechazos por parte de algunos munícipes, diciendo que tal propuesta implicaba pasar por encima del 115 o del 21 constitucionales, pero no se dijo qué hacer ante los fenómenos de descomposición que han penetrado a las policías municipales en todo el país.
El tema hubiera merecido cuando menos el inicio de un debate serio, pues pone el dedo en una llaga, en que los analistas se preguntan qué hacer con los más de dos mil cuerpos policiacos municipales. Lo acaba de declarar el secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Seguridad Pública: el gobierno no tiene ni la capacidad ni los recursos para evaluar, formar y aplicar mecanismos de control de confianza, oportunamente, a todos los policías del país, que son cerca de 400 mil elementos.
Nada más en los últimos días hemos presenciado el escándalo de las llamadas narconóminas en municipios de Nuevo León, antes habíamos registrado los estragos del crimen organizado en presidencias municipales y otras instancias de gobierno de Michoacán; son más recientes los casos de Hidalgo (donde el Ejército ha detenido y puesto a disposición del MP a decenas de policías municipales) y lo ocurrido en Cuernavaca hace apenas dos días.
El problema es real, los cuerpos policiacos municipales, sus jefes y elementos, armados, entrenados y dotados de modernos sistemas de comunicación por el Estado, en ya demasiadas ocasiones han puesto esos recursos al servicio del crimen organizado, no sabemos si respondiendo a la clásica disyuntiva de “plata o plomo”, esto es, por hambre o por miedo, o simplemente por ambición o falta total de escrúpulos cívicos y morales.
Cuerpos enteros de policías municipales se han convertido en vigías, informantes, cuidadores, operadores y, en cualquier caso cómplices del crimen organizado, y esto difícilmente va a resolverse apelando al expediente formalista de las facultades del municipio libre o a la letra del artículo 115 constitucional.
Informes oficiales arrojan datos como que más de 50 por ciento del personal policial preventivo, a escala nacional, no está calificado para ejercer eficientemente sus funciones; uno de cada cinco policías tiene una formación escolar inferior a la educación básica, y sólo tres de 10 superan ese nivel; los agentes presentan un sobrepeso de 10 kilos en promedio y más de 14 por ciento presentan algún trastorno psicológico.
El presidente Calderón ha planteado que se requiere un nuevo modelo policiaco. Esto implica al menos dos vertientes: una es crear la policía nacional, dependiente del Poder Ejecutivo Federal, propuesta que nada más planteada genera conflictos, pues se asume que vulnera las soberanías estatales (hace 10 años fue ostensiblemente rechazada); la otra, no necesariamente alternativa, es la que puso sobre la mesa García Luna, la creación de 32 cuerpos de policía estatales que asuman la seguridad y la prevención en toda la entidad federativa.
La propuesta merece un debate y un análisis a fondo, para empezar por los propios gobiernos estatales, porque es ahí donde se ubica el eslabón débil en el combate a la delincuencia organizada. Sigue siendo un hecho que 95 por ciento de los delitos que se cometen son del fuero común y que el mayor número de cuerpos y elementos policiacos (con sus taras históricas) está en los estados y municipios.
De prosperar tal iniciativa, si bien no resolvería mágicamente el problema, permitiría a los gobiernos estatales una mejor coordinación policiaca, la homologación de protocolos y procedimientos de operación, aplicar mecanismos de control de confianza y eficientar, en síntesis, los índices de productividad y aceptación ciudadana en los cuerpos policiacos.
En los estados que estrenan gobernador, seis, sería interesante empezar con acuerdos políticos de cooperación para la seguridad entre estado y municipios; el año entrante serán 10 estados, y así sería posible avanzar de manera paulatina y mesurada. En paralelo podrían venir los cambios legales y constitucionales pertinentes. Sin embargo, en ambas vías se requiere urgentemente un gran acuerdo político entre los ejecutivos federal, estatales y municipales.
Diódoro Carrasco Altamirano
dcarrasco@milenio.com